Durante la trifulca, los reos utilizaron palos de escoba afilados como armas e incendiaron basura y colchones, generando una densa columna de humo que alertó al exterior. El secretario de Seguridad Pública del Estado, Antonio Martínez Romo, calificó el suceso como una “riña entre internos” y no un motín, descartando que tuviera relación con la reciente detención de líderes del CJNG. Sin embargo, familiares apostados afuera del penal denunciaron una realidad distinta, asegurando que los internos son obligados a pagar cuotas semanales de entre 600 y 1,000 pesos para comida y protección, bajo amenaza de agresiones. Una mujer mostró tickets de depósitos como prueba.

Entre los heridos de gravedad se identificó a Josué Abraham Torres Quintero, un sicario sentenciado a 30 años de prisión.

Las autoridades confirmaron el traslado de tres reos a un hospital, mientras que otros 20 fueron atendidos en la enfermería del penal. La diputada Nancy Gutiérrez solicitó una revisión de las condiciones de seguridad en los Ceresos tras los incidentes.