Tras el suceso, al menos 18 de los 20 policías que conformaban la corporación municipal presentaron su renuncia. Ante el colapso de la seguridad local, la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) de Puebla, con apoyo del Ejército Mexicano, desplegó 15 elementos estatales para patrullar la zona.

El alcalde, Manuel Alejandro Porras Florentino, quien negó haber recibido amenazas previas, solicitó protección personal tras los hechos, al igual que el edil de Eloxochitlán, Delfino Hernández. El titular de la SSP, Francisco Sánchez González, informó que los expolicías que renunciaron están bajo investigación para deslindar responsabilidades, mientras el estado se encargará de la seguridad hasta que se pueda conformar un nuevo cuerpo policial acreditado.