El hallazgo en el sitio conocido como “La Cueva del Murciélago” destapó una fosa clandestina utilizada por el crimen organizado.
La búsqueda comenzó tras una llamada anónima que alertaba sobre la posible ubicación de los cuerpos de Jesús Román de Santiago Solís, Juan y Ezequiel Corral Acuña, y Jahir Núñez Gandarilla, quienes desaparecieron el 30 de octubre. Estas personas habían viajado a Chihuahua con la intención de instalar un negocio de máquinas tragamonedas.
Su camioneta fue encontrada calcinada en la carretera Chihuahua-Delicias.
La Fiscalía de Distrito Zona Centro informó que, tras varios días de labores por parte de un equipo multidisciplinario que incluyó a la AEI, la Comisión Local de Búsqueda y Protección Civil, se extrajeron los diez cadáveres del tiro de mina. Hasta el momento, solo uno de los cuerpos ha sido identificado formalmente: el de Jahir Núñez Gandarilla, de 40 años, uno de los hombres desaparecidos de Durango. El fiscal Heliodoro Araiza Reyes confirmó que los trabajos continúan para identificar a las otras nueve víctimas mediante procesos de rehidratación de huellas dactilares y pruebas de genética. Las autoridades no descartan la posibilidad de encontrar más cuerpos en la zona, por lo que el operativo de búsqueda se mantiene activo en otros tiros de mina cercanos.













