Poco después, circuló un video de seguridad que captó una violenta discusión entre Pardo y Garza Treviño momentos antes del crimen.

En las imágenes, se escuchan detonaciones y se ve al hombre agrediendo a la víctima antes de que ambos suban al vehículo. La Fiscalía Especializada en Feminicidios confirmó que existía una “relación de confianza” y un “vínculo comercial y económico” entre ambos, lo que configura el delito como feminicidio. Tras el asesinato, Garza Treviño huyó en un taxi a un hotel, donde ingresó solo.

Horas más tarde, fue hallado sin vida en la habitación con heridas punzocortantes, presuntamente autoinfligidas.

Las investigaciones revelaron que el agresor tenía antecedentes penales; en 2011, fue detenido por fingir su propio secuestro para saldar una deuda de juego de 150 mil pesos. La fiscal Griselda Núñez confirmó que no existían denuncias previas de violencia por parte de la víctima contra el agresor.