Desde entonces, la familia ha emprendido una lucha incansable por la justicia.

Adrián LeBarón explicó que la FGR les propuso una sentencia de 28 años de cárcel para un grupo de detenidos, lo que significaría que “para el estado, cada muerte valdría sólo 3 años de castigo”. La comunidad rechazó la oferta por considerarla una “infravaloración de la vida”.

A partir de ese momento, según LeBarón, “se detuvieron los procesos”.

En entrevista, lamentó que, aunque hay alrededor de 50 personas detenidas, ninguna ha sido sentenciada específicamente por los asesinatos, sino por cargos como delincuencia organizada.

“La reflexión es que no encuentra uno todas las respuestas, la verdad es parte de la justicia y no se sabe, la no repetición es parte de la justicia y no se ve”, expresó. Como acto conmemorativo, la comunidad decidió colgar sábanas blancas en sus casas como un llamado a la paz, en memoria no solo de sus familiares, sino de todas las víctimas de la violencia en el país, incluyendo al recién asesinado alcalde Carlos Manzo.