La indignación ciudadana se ha manifestado en marchas bajo la consigna "No fue un accidente, fue negligente", evocando la memoria de otras tragedias en el estado, como la de la Guardería ABC. En respuesta a la presión pública, el gobernador Alfonso Durazo y el alcalde Antonio Astiazarán anunciaron la separación de sus cargos de los titulares de Protección Civil estatal y municipal, respectivamente, para "evitar el riesgo de ser juez y parte" en la investigación.

La presidenta Claudia Sheinbaum también se pronunció, afirmando que "tiene que haber una responsabilidad muy importante de quien administra o que tiene un negocio". La investigación preliminar apunta a que la explosión fue causada por un transformador dentro de la tienda. Por su parte, la empresa Waldo's emitió un comunicado en el que se compromete a cubrir los gastos funerarios, apoyar a las familias y colaborar con las autoridades.