Según Jáuregui, el cuarto detenido es quien presuntamente asesinó a la víctima.

Las indagatorias revelan que a uno de los implicados, César Eduardo O. M., se le habrían pagado cinco mil pesos por conducir la camioneta utilizada en el secuestro. La Fiscalía logró vincularlo al caso gracias a que un testigo lo reconoció en una nota periodística sobre su arresto por otro delito y porque dos billetes de mil pesos encontrados en su posesión coincidían con los números de serie del dinero del rescate. El caso ha escalado a nivel binacional, ya que dos vehículos usados por los delincuentes cruzaron a El Paso, Texas, lo que motivó la colaboración de autoridades estadounidenses.