El exalcalde del municipio de Ignacio Zaragoza, Chihuahua, Lauro Orozco Gómez, fue asesinado a balazos, un crimen que ha conmocionado a la región noroeste del estado. La Fiscalía General del Estado ha iniciado una investigación, y aunque descarta preliminarmente la participación del crimen organizado, el homicidio subraya la persistente violencia contra figuras políticas en la entidad. El cuerpo de Orozco, de 55 años, fue encontrado la tarde del 19 de noviembre dentro de su camioneta Chevrolet Silverado en la calle Josefa Ortiz de Domínguez. Presentaba dos heridas por arma de fuego calibre 9 mm, una en el pómulo y otra en el cuello. Según un familiar, el exfuncionario, quien tenía un negocio de venta de vinos y licores, había salido de su casa para dirigirse a una de sus bodegas.
La Fiscalía analiza dos teléfonos celulares encontrados en la escena.
El fiscal general del estado, César Jáuregui Moreno, afirmó que el modus operandi no corresponde al del crimen organizado y que una de las hipótesis es que Orozco “muy probablemente lo citaron, y en ese lugar se desarrollaron los eventos”. El asesinato ha provocado reacciones contundentes, incluyendo un llamado a la justicia por parte del político Alfredo 'El Caballo' Lozoya y un mensaje de la gobernadora María Eugenia Campos exigiendo transparencia a los alcaldes de la región, advirtiendo sobre los riesgos que enfrentan los funcionarios locales.
En resumenEl asesinato del exalcalde Lauro Orozco en Ignacio Zaragoza ha intensificado la preocupación por la violencia dirigida a figuras políticas en Chihuahua. Mientras la Fiscalía investiga el móvil, descartando inicialmente al crimen organizado, el suceso ha generado llamados urgentes de justicia y ha puesto de relieve la necesidad de reforzar la protección para los servidores públicos en el estado.