El asesinato del alcalde de Uruapan, Carlos Manzo, ha desencadenado una compleja investigación que revela presunta complicidad dentro de su círculo de seguridad y la participación del crimen organizado. La detención de siete de sus escoltas y la identificación de un autor intelectual han expuesto las profundas vulnerabilidades en la seguridad municipal y estatal. El homicidio de Carlos Manzo, ocurrido el 1 de noviembre durante el Festival de las Velas, ha sacudido a Michoacán, dejando al descubierto una red de violencia y posible corrupción. La investigación dio un giro dramático con la detención de siete policías municipales que fungían como sus escoltas, acusados de “homicidio calificado en comisión por omisión”, mientras que un octavo miembro de su seguridad se encuentra prófugo. La pesquisa se centra no solo en una posible falla deliberada en su protección, sino también en la ejecución extrajudicial del autor material, un sicario de 17 años identificado como Víctor Manuel “N”, quien fue abatido por uno de los escoltas, Demetrio “N”, cuando ya estaba sometido y desarmado. Durante la audiencia inicial, el Ministerio Público reveló que el escolta le disparó en la nuca con la misma arma usada en el magnicidio. Las indagatorias, apoyadas en mensajes de texto y una memoria USB, también condujeron a la captura de Jorge Armando “N”, alias “El Licenciado”, señalado como autor intelectual y operador del Cártel Jalisco Nueva Generación (CJNG). Se reveló que el CJNG habría ofrecido dos millones de pesos por el asesinato, coordinado a través de un chat cifrado y con la ayuda de un presunto infiltrado en el círculo cercano de Manzo.
En dicho chat, se dieron órdenes como: “No importa que traiga al niño, así hay que darle piso”.
Un juez dictó prisión preventiva oficiosa para “El Licenciado” y los siete escoltas, mientras la ciudad de Uruapan vive bajo un clima de miedo y extorsión por parte de hasta cuatro cárteles, y la viuda del alcalde, Grecia Quiroz, asume la alcaldía.
En resumenLa investigación sobre el asesinato de Carlos Manzo ha destapado una trama compleja que involucra al crimen organizado (CJNG), la posible traición de su equipo de seguridad y la ejecución extrajudicial del sicario. Las detenciones del autor intelectual y siete escoltas, junto a la fuga de un octavo, marcan un avance significativo pero problemático, que evidencia profundas fallas de corrupción y seguridad en Michoacán.