Dos jóvenes, María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N”, han sido vinculados a proceso por el homicidio del sacerdote Ernesto Baltazar Hernández Vilchis en Tultitlán, Estado de México. El caso, que involucra una convivencia que terminó en tragedia, destaca por las maniobras de los implicados para ocultar el crimen. La Fiscalía General de Justicia del Estado de México (FGJEM) acreditó la probable participación de María Fernanda “N” y Brandon Jonathan “N” en el asesinato del clérigo de 43 años, quien fue reportado como desaparecido el 31 de octubre. Las indagatorias establecen que el 29 de octubre, la víctima acudió a un domicilio en la Unidad Habitacional Morelos, en Tultitlán, en compañía de una tercera implicada, Fátima Isabel “N”.
En el lugar, donde ya se encontraba Brandon Jonathan “N”, convivieron consumiendo bebidas alcohólicas y estupefacientes. En un momento, presuntamente Brandon Jonathan “N” agredió al sacerdote con un objeto, causándole la muerte.
Posteriormente, María Fernanda “N”, pareja del agresor, llegó al inmueble y habría ayudado a ocultar el cuerpo.
Los implicados envolvieron el cadáver en cobijas y bolsas, lo ataron a un sillón y lo trasladaron al municipio de Nextlalpan, donde lo abandonaron en un río de aguas negras el 30 de noviembre. Un cateo en el domicilio reveló pertenencias de la víctima, una estola sacerdotal y rastros hemáticos. Un juez de control dictó prisión preventiva para la pareja y fijó un plazo de tres meses para la investigación complementaria, mientras que Fátima Isabel “N” enfrentará su audiencia próximamente.
En resumenEl caso por el homicidio del sacerdote Ernesto Baltazar avanza judicialmente, con dos sospechosos vinculados a proceso y en prisión preventiva. La investigación ha revelado una sombría secuencia de hechos, desde una reunión social que se tornó violenta hasta un esfuerzo calculado por ocultar el cuerpo, lo que apunta a un crimen complejo que las autoridades trabajan por esclarecer en su totalidad.