El 10 de septiembre, se cotizó en aproximadamente 113,800 dólares. Al día siguiente, 11 de septiembre, los reportes indicaron un valor cercano a los 114,460 dólares, lo que fue interpretado como una señal de un creciente “apetito de los inversionistas”. Para el 12 de septiembre, la criptomoneda alcanzó los 115,307 dólares por unidad, aunque uno de los informes señaló una “baja de 0.17% en comparación con su cierre de ayer”, mientras otro mencionaba un avance del 0.92%, evidenciando la naturaleza dinámica y a veces contradictoria de su seguimiento en el mercado. Esta inclusión rutinaria del Bitcoin en los resúmenes económicos, donde se le describe como “la divisa con mayores activos en el mercado de las criptomonedas”, refleja su creciente integración en el panorama financiero general. Los movimientos de su precio, aunque modestos en este periodo, fueron seguidos de cerca como un barómetro del sentimiento de riesgo en los mercados globales, a la par de las decisiones de la Reserva Federal de Estados Unidos y las tensiones geopolíticas que afectaron a otras materias primas.