Los analistas vinculan el colapso con crecientes preocupaciones crediticias en bancos regionales y los efectos de las tensiones comerciales entre Estados Unidos y China. El desplome de las criptomonedas coincidió con una semana de nerviosismo en los mercados tradicionales, donde salieron a la luz problemas en el sector bancario regional de Estados Unidos. Entidades como Zions Bancorp y Western Alliance revelaron pérdidas y acusaciones de fraude en préstamos, lo que reavivó la preocupación por la calidad crediticia y borró más de 100,000 millones de dólares del valor de mercado de los bancos estadounidenses en un solo día. A esto se sumaron las quiebras de las entidades crediticias automotrices First Brands y Tricolor Holdings. Este contexto de aversión al riesgo afectó a todos los activos considerados especulativos, incluyendo las criptomonedas.

Matthew Hougan, director de inversiones de Bitwise, describió la situación de manera elocuente: “Más que nada, creo que los criptoactivos están actuando como un canario en la mina, sugiriendo que el mercado está en tensión por crecientes preocupaciones crediticias”. La reacción de los inversores fue clara: se retiraron 593 millones de dólares de los ETF de Bitcoin y Ether en Estados Unidos, y la relación put/call en la plataforma de derivados Deribit subió a 1.33, lo que indica un mayor interés en protegerse contra nuevas caídas. Por lo tanto, la liquidación en el mercado cripto no solo fue una reacción a factores internos, sino también un síntoma de la creciente ansiedad sobre la estabilidad financiera general en Estados Unidos.