Las causas de este retroceso son multifactoriales y están ligadas a una renovada aversión al riesgo en los mercados globales. La venta masiva de acciones tecnológicas en Wall Street y la incertidumbre generada tras la reapertura del gobierno de Estados Unidos han llevado a los inversionistas a reevaluar la posibilidad de que la Reserva Federal realice recortes a las tasas de interés a corto plazo. Este sentimiento se refleja en el "índice del miedo" (VIX), que subió un 14.3%, y en el indicador de "miedo y codicia" del mercado cripto, que se desplomó a 25 puntos. La salida de capital de los fondos cotizados (ETF) de Bitcoin en Estados Unidos, que asciende a 961,300 millones de dólares en lo que va de noviembre según CoinFlows, ha debilitado uno de los pilares del alza de este año. Jake Ostrovskis, de Wintermute, señaló que "cuando las narrativas específicas sobre criptomonedas se diluyen, las correlaciones con los activos tradicionales aumentan.

Esto es lo que impulsa el movimiento de hoy".

El impacto no se limitó a Bitcoin; otras criptomonedas como Ethereum y XRP también sufrieron caídas del 7.1% y 4.2% respectivamente, junto con acciones de empresas del sector como Coinbase y las mineras MARA Holdings y Riot Platforms.