La investigación periodística entrevistó a dos docenas de víctimas cuyos fondos fueron rastreados hasta Binance, OKX y otros exchanges.

En un caso documentado en Minnesota, una víctima perdió 1.5 millones de dólares, de los cuales más de 500,000 dólares terminaron en grandes plataformas, incluida Binance. En respuesta a una citación policial, Binance compartió información sobre dos cuentas vinculadas al caso que movieron millones de dólares en pocos meses, con datos de registro que apuntaban a posibles "mulas de dinero" en China y Myanmar. Erin West, exfiscal que dirige una organización contra estafas, revisó los archivos y afirmó: "No hay nada que parezca legítimo en esto de ninguna manera".

A pesar de las promesas de cumplimiento, la capacidad de los exchanges para detener estos flujos y recuperar los fondos parece limitada, dejando a las víctimas con pocas posibilidades de recuperar sus ahorros.