El presidente Donald Trump encabezó una solemne ceremonia en el Pentágono para conmemorar el 24º aniversario de los atentados del 11 de septiembre de 2001, un evento que este año estuvo marcado por el reciente asesinato del activista conservador Charlie Kirk. Durante el acto, al que asistieron la primera dama Melania Trump y el secretario de Guerra Pete Hegseth, el presidente renovó el “voto sagrado de que nunca olvidaremos el 11 de septiembre de 2001”. Trump recordó a las casi 3,000 personas que perdieron la vida cuando terroristas de Al Qaeda secuestraron cuatro aviones comerciales, estrellando dos contra las Torres Gemelas en Nueva York, uno contra el Pentágono y otro en Pensilvania.
“Esa mañana terrible, hace 24 años, el tiempo se detuvo”, dijo el mandatario con tono solemne.
Sin embargo, el discurso de este año tuvo un componente político contemporáneo.
Al inicio de su intervención, Trump hizo una pausa para honrar a su aliado Charlie Kirk, asesinado un día antes.
“Lo extrañamos muchísimo”, expresó, antes de anunciar que le otorgaría la Medalla Presidencial de la Libertad de manera póstuma. Esta mención vinculó directamente la tragedia nacional del 11-S con la violencia política actual que polariza al país.
En la ceremonia en el Pentágono se leyeron los nombres de las 125 personas fallecidas en el ataque al cuartel general de las Fuerzas Armadas, además de las 59 a bordo del avión. Trump compartió historias personales de las víctimas y envió un mensaje de condolencia a sus familiares. También se realizaron actos conmemorativos en Nueva York, en la Zona Cero, y en Shanksville, Pensilvania, manteniendo viva la memoria de uno de los días más oscuros en la historia de Estados Unidos.
En resumenEn el 24º aniversario del 11-S, el presidente Trump lideró los actos conmemorativos en el Pentágono con un discurso que unió el recuerdo de las víctimas del terrorismo de 2001 con la condena a la violencia política actual, al anunciar un homenaje póstumo para su aliado recientemente asesinado, Charlie Kirk. La ceremonia reafirmó el compromiso de la nación con la memoria de la tragedia, aunque teñida por el polarizado clima político del presente.