Trump advirtió públicamente que su paciencia "se está agotando rápidamente" y ha amenazado con imponer nuevas y "muy, muy fuertes" sanciones económicas contra Rusia.

En una entrevista con Fox News, el mandatario estadounidense describió la difícil dinámica diplomática, afirmando que "se necesitan dos para bailar tango" y lamentando la falta de cooperación de Putin. Según Trump, los intentos de mediación han fracasado por la falta de sincronía entre las partes: "Cuando Putin quería hacerlo, Zelensky no quería. Cuando Zelensky quería hacerlo, Putin no quería".

Esta situación ha llevado a la administración a considerar medidas más contundentes para presionar al Kremlin.

Específicamente, Trump mencionó la posibilidad de aplicar sanciones al sector bancario y petrolero de Rusia, acciones que podrían tener un impacto significativo en la economía rusa y en los mercados energéticos globales. Esta postura más dura se produce en un contexto de continuos ataques rusos, incluyendo un reciente bombardeo masivo sobre Kiev. Aunque Trump ha buscado un rol de mediador, sus declaraciones sugieren un cambio hacia una estrategia de presión económica directa para forzar a Putin a negociar un alto al fuego sostenible.