La legalidad de los aranceles globales impuestos por el presidente Donald Trump será revisada con carácter de urgencia por la Corte Suprema de Estados Unidos. Este caso de alto perfil determinará los límites del poder ejecutivo en materia comercial y podría tener consecuencias económicas millonarias para el gobierno federal. La controversia se centra en el uso por parte de Trump de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, por sus siglas en inglés) de 1977 para imponer aranceles generalizados sin la autorización explícita del Congreso, una facultad que la Constitución reserva al poder legislativo.
La administración justificó los gravámenes, que van desde un 10 % hasta un 50 %, como una respuesta a emergencias nacionales como el narcotráfico y el déficit comercial. Sin embargo, un Tribunal de Apelaciones del Circuito Federal dictaminó en agosto que el presidente excedió su autoridad, aunque mantuvo los aranceles vigentes mientras se resolvía el caso. La administración Trump apeló de inmediato, argumentando que perder esta herramienta debilitaría su capacidad de presión en negociaciones comerciales.
El caso ha sido aceptado por la Corte Suprema con un tratamiento acelerado, fijando los argumentos orales para la primera semana de noviembre.
Si el tribunal falla en contra del gobierno, este podría verse obligado a reembolsar una suma estimada entre 750 mil millones y un billón de dólares en aranceles ya recaudados, lo que representaría un severo impacto fiscal.
En resumenLa próxima decisión de la Corte Suprema sobre los aranceles de Trump representa una prueba crítica para la separación de poderes, con el potencial de validar su agresiva estrategia comercial o de forzar una masiva reversión financiera y limitar la autoridad ejecutiva en materia de comercio.