Este avance se produce a solo dos días de que expirara el plazo legal que obligaba a ByteDance, la empresa matriz china de TikTok, a vender sus operaciones. La disputa se originó por una ley aprobada en 2024 que buscaba forzar la desinversión por motivos de seguridad. Curiosamente, Trump, quien intentó vetar la app en su primer mandato, cambió su postura al reconocer su influencia entre los votantes jóvenes, un factor clave en su victoria de 2024, llegando incluso a crear una cuenta oficial de la Casa Blanca en la plataforma. Puntos clave del acuerdo incluyen el manejo de datos de usuarios estadounidenses por un socio local y la supervisión del algoritmo de recomendación, considerado el activo más valioso de la empresa y cuya exportación está regulada por Pekín. Este acuerdo podría sentar un precedente global para la regulación de aplicaciones extranjeras.