Sin embargo, el viaje no estuvo exento de controversia.

La presencia de Trump provocó manifestaciones en su contra, y activistas proyectaron imágenes del presidente junto al delincuente sexual Jeffrey Epstein en las murallas del Castillo de Windsor, lo que resultó en varios arrestos. El escándalo de Epstein también tuvo repercusiones diplomáticas, ya que el primer ministro británico destituyó a su embajador en Washington por sus vínculos con el financiero. A pesar de las protestas, la visita se centró en consolidar la cooperación económica y de seguridad, con una comitiva estadounidense de alto nivel que incluyó a los secretarios de Estado y del Tesoro.