El Departamento de Estado anunció que Colombia, junto con Afganistán, Bolivia, Birmania y Venezuela, ha "incumplido manifiestamente" sus obligaciones internacionales.

La administración Trump responsabilizó directamente al "liderazgo político" colombiano y advirtió que podría reconsiderar la designación si se adoptan "medidas más agresivas". En respuesta, el presidente Petro rechazó la medida, afirmando que Estados Unidos "quiere un presidente títere" y que su país no se arrodillará.

Además, anunció que las fuerzas militares colombianas dejarán de depender del armamento estadounidense. La descertificación pone en riesgo miles de millones de dólares en ayuda que Washington ha destinado a Bogotá desde el año 2000, aunque se otorgó una exención para no afectar de inmediato la asistencia por considerarla vital para los intereses nacionales de EE.UU. El gobierno colombiano había intentado evitar esta decisión destacando sus récords en incautación de cocaína, pero para Washington, el incremento de los cultivos de hoja de coca a 253,000 hectáreas en 2023 fue el factor determinante.