El nuevo examen de educación cívica es notablemente más extenso y complejo que la versión utilizada desde 2008.

Los solicitantes ahora deberán responder correctamente 12 de 20 preguntas para aprobar, en lugar de las 6 de 10 requeridas anteriormente. Aunque el porcentaje de aciertos se mantiene en un 60%, el banco de preguntas se ha ampliado de 100 a 128, y se han incluido preguntas que requieren respuestas más elaboradas, en contraste con las respuestas simples de una sola palabra que caracterizaban a muchas de las preguntas anteriores. Según Matthew Tragesser, portavoz del Servicio de Ciudadanía e Inmigración (USCIS), la prueba revisada busca garantizar que los nuevos ciudadanos “se integren plenamente y contribuyan a la grandeza de Estados Unidos”.

Joseph Edlow, director del CIS, había declarado previamente que el examen anterior era “demasiado fácil” y que “es muy fácil memorizar las respuestas”.

La medida se complementa con otras políticas que refuerzan el proceso, como investigaciones de antecedentes más estrictas y una revisión más rigurosa de las excepciones por discapacidad. Estos cambios reflejan la visión de la administración de que solo aquellos que demuestren un profundo conocimiento de la historia y el gobierno de EE. UU. deben obtener la ciudadanía.