El presidente Donald Trump ha interpuesto una demanda por 15 mil millones de dólares contra el periódico The New York Times, cuatro de sus periodistas y la editorial Penguin Random House, acusándolos de difamación y de llevar a cabo una campaña sistemática para dañar su reputación. La acción legal, calificada por el diario como un intento de “silenciar el periodismo independiente”, se centra en artículos y un libro que cuestionan su éxito empresarial y su trayectoria política. La demanda, presentada en un tribunal de Florida, alega que los demandados publicaron información con “malicia genuina” con el objetivo de infligir el “máximo daño electoral” contra Trump durante la campaña de 2024. Los textos en cuestión, publicados entre septiembre y octubre de ese año, y el libro “Lucky Loser: How Donald Trump Squandered His Father’s Fortune and Created the Illusion of Success”, son el eje de la querella. Trump sostiene que estas publicaciones lo presentan de manera “maliciosa y falsamente como deshonesto” y buscan “erosionar la confianza pública en él”.
En su red social Truth Social, el presidente calificó al periódico como “uno de los peores y más degenerados” del país y un “portavoz a viva voz del Partido Demócrata”. En respuesta, un vocero del Times declaró que la demanda “carece de fundamento” y es un “intento de oprimir y desalentar la investigación periodística independiente”. La Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) también se solidarizó con el diario, calificando la acción como un “ataque a la libertad de prensa”.
Esta no es la primera vez que Trump emprende acciones legales contra el periódico; una demanda similar en 2021 fue desestimada y se le ordenó pagar los costos legales del medio.
En resumenLa multimillonaria demanda de Trump contra The New York Times representa una escalada significativa en su prolongada guerra contra los medios de comunicación críticos. La acción legal pone a prueba las protecciones de la Primera Enmienda y es vista por defensores de la libertad de prensa como una táctica de intimidación para desalentar el periodismo de investigación.