EE. UU. veta resolución de la ONU para un alto al fuego en Gaza y reafirma su apoyo a Israel

La administración Trump ha reafirmado su sólido apoyo a Israel en el conflicto de Gaza, vetando una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas que pedía un alto al fuego inmediato e incondicional. Mientras tanto, la postura de Washington genera una creciente división en la política estadounidense, donde figuras como el senador Bernie Sanders han llegado a calificar las acciones de Israel como un “genocidio”. El veto estadounidense bloqueó una resolución que exigía el cese de hostilidades, la liberación de todos los rehenes y la entrada sin restricciones de ayuda humanitaria a la Franja de Gaza, donde la crisis humanitaria se ha agudizado con más de 65,000 palestinos muertos. La representante de Estados Unidos ante la ONU, Morgan Ortagus, justificó el veto argumentando que la propuesta “no condena a Hamás ni reconoce el derecho de Israel a defenderse”. Además, calificó un informe de una comisión de la ONU que acusa a Israel de cometer actos genocidas como “difamatorio” y carente de credibilidad. Esta postura oficial contrasta con la de una parte del espectro político estadounidense.

El senador independiente Bernie Sanders, en un artículo de opinión titulado “Es genocidio”, afirmó que “la conclusión es ineludible: Israel está cometiendo genocidio en Gaza”. En paralelo, el secretario de Estado, Marco Rubio, visitó Israel para reunirse con el primer ministro Benjamin Netanyahu y reafirmar el “apoyo inquebrantable” de Washington, asegurando que la alianza entre ambos países “nunca ha sido tan fuerte”. La visita de Rubio busca consolidar la relación bilateral en un momento de creciente aislamiento internacional para Israel.

En resumen

A pesar de una creciente condena internacional y una notable división interna, la política oficial de la administración Trump sigue siendo de apoyo incondicional a las acciones militares de Israel en Gaza. El uso del poder de veto en la ONU demuestra la determinación de Washington para proteger a su aliado de la presión diplomática, aun cuando esto profundiza el debate dentro de Estados Unidos.