El acuerdo, valorado en más de 205 mil millones de dólares en inversiones, busca profundizar la "relación especial" entre ambos países en áreas estratégicas como la inteligencia artificial y la computación cuántica. Durante la visita de Estado de Trump al Reino Unido, ambos líderes celebraron el pacto en Chequers, la residencia de campo del primer ministro. Starmer lo describió como "el mayor paquete de inversión de este tipo en la historia británica", mientras que Trump afirmó que los lazos entre las naciones son "inquebrantables" y que juntos "dominarán el futuro de la inteligencia artificial". El acuerdo incluye inversiones masivas de gigantes tecnológicos estadounidenses como Microsoft, Google y Blackstone en territorio británico.
A su vez, la farmacéutica británica GSK planea invertir 30 mil millones de dólares en Estados Unidos. Los puntos clave del pacto son acelerar el desarrollo de la IA, liderar una "era nuclear dorada" con la construcción de nuevas plantas civiles, asegurar la red 6G y crear un grupo de trabajo para la computación cuántica. A pesar de sus diferencias ideológicas, Starmer subrayó que mantiene una relación cordial con Trump.
La visita también abordó temas geopolíticos como la guerra en Ucrania y la situación en Gaza, consolidando una cooperación estratégica que va más allá de lo económico.