Calificó a estas cadenas como "un brazo del Partido Demócrata" y sostuvo que "no tienen permitido" criticarlo.

Esta retórica se materializó en acciones concretas cuando la cadena ABC suspendió indefinidamente el programa "Jimmy Kimmel Live!".

La decisión se produjo después de que Kimmel hiciera comentarios sobre la reacción del movimiento MAGA al asesinato de Charlie Kirk y de que Brendan Carr, presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC) y aliado de Trump, presionara públicamente a la cadena para que tomara medidas. Trump celebró la cancelación, atribuyéndola a "malos índices de audiencia" y a la falta de talento de Kimmel. Este episodio ha generado una fuerte reacción de figuras como el expresidente Barack Obama, quien lo calificó de "coerción gubernamental", y de organizaciones de prensa que ven un ataque directo a la Primera Enmienda. Los demócratas en el Congreso han anunciado un proyecto de ley para proteger la libertad de expresión ante lo que consideran un intento de la administración de usar el poder estatal para silenciar a sus oponentes.