La tensión se agudizó tras la muerte del migrante mexicano Silverio Villegas González, quien fue abatido por un agente del ICE el 12 de septiembre durante un intento de arresto. La vicegobernadora de Illinois, Juliana Stratton, denunció la represión violenta, afirmando que “están secuestrando a la gente de las calles, metiéndola en camionetas sin identificación y sin el debido proceso”. El ICE ha defendido la operación, argumentando que se enfoca en individuos con antecedentes penales y que las políticas de “ciudad santuario” de Chicago han permitido que personas peligrosas permanezcan en la comunidad.