La Dra. Katherine Peeler, coautora del estudio, afirmó que los propios registros del ICE muestran que la agencia ha sometido a personas a “condiciones tortuosas, que causan daños devastadores para la salud física y psicológica”. La Casa Blanca ha negado estas acusaciones, calificándolas de “repugnantes y falsas” y asegurando que las instalaciones del ICE mantienen “los más altos estándares”.