“Si están un 97 % en mi contra... y tienen una licencia, diría que tal vez deberían quitarles el permiso”, declaró Trump a bordo del Air Force One. La suspensión del programa de Kimmel se produjo después de que el presidente de la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC), Brendan Carr, un nominado por Trump, sugiriera que la agencia podría tomar medidas contra las emisoras afiliadas a ABC.

El senador republicano Ted Cruz calificó esta presión como “increíblemente peligroso”, advirtiendo que los conservadores podrían “lamentar” este precedente.

El expresidente Barack Obama también se pronunció, acusando a la administración actual de llevar la “cultura de la cancelación a un nuevo y peligroso nivel” y calificándolo de “coerción gubernamental”. En paralelo, el Pentágono ha impuesto nuevas restricciones a los periodistas, exigiendo que la información sea aprobada por un funcionario autorizado antes de su publicación, bajo amenaza de revocar sus credenciales. Estas medidas son vistas como parte de una campaña más amplia para controlar la narrativa y silenciar las voces críticas, en un clima de creciente polarización.