En materia ambiental, desestimó el cambio climático como "la mayor estafa jamás perpetrada en el mundo" y defendió el uso de energías tradicionales como el carbón. Además, criticó el creciente reconocimiento internacional de un Estado palestino, calificándolo como una "recompensa para los terroristas de Hamás". El evento no estuvo exento de contratiempos técnicos, que el propio Trump mencionó desde el podio con sarcasmo: "Todo lo que obtuve de la ONU es una escalera mecánica que se paró a la mitad y un teleprompter que no funciona".

Su mensaje, explícitamente opuesto al de otros oradores como Luiz Inácio Lula da Silva, reforzó su visión de "Estados Unidos primero" ante la comunidad internacional.