Esta medida sigue a una advertencia previa de julio, donde se amenazó con aranceles del 200% si las farmacéuticas no trasladaban su producción a suelo estadounidense en un plazo de 18 meses. Además del sector farmacéutico, Trump anunció aranceles del 25% a camiones pesados, del 50% a gabinetes de cocina y muebles de baño, y del 30% a muebles tapizados.

El presidente justificó estas acciones como una defensa contra la “competencia desleal exterior” y para proteger a los fabricantes nacionales por razones de “Seguridad Nacional y otras”. Sin embargo, analistas advierten que estos gravámenes adicionales corren el riesgo de intensificar una inflación ya elevada y frenar el crecimiento económico, creando nuevos niveles de incertidumbre para los empleadores que ya se adaptaban a impuestos de importación previos.