Esta nueva postura, expresada tras reunirse con el presidente ucraniano Volodímir Zelenski en la ONU, contrasta con sus declaraciones previas, donde sugería concesiones territoriales para alcanzar la paz. Trump declaró en su red Truth Social que, con el apoyo de la Unión Europea y la OTAN, Ucrania podría recuperar “su país en su forma original y, quién sabe, ¡quizás incluso ir más allá!”. Justificó su optimismo en una nueva evaluación de las capacidades del ejército ruso y la crisis económica que, según él, atraviesa Moscú. “Rusia lleva tres años y medio luchando sin rumbo en una guerra que una auténtica potencia militar debería haber ganado en menos de una semana”, escribió. Además, instó a los países de la OTAN a derribar cualquier avión ruso que viole su espacio aéreo, una declaración contundente en medio de recientes incursiones aéreas rusas en Estonia y Polonia.

El Kremlin reaccionó con ironía a través de su portavoz, Dmitry Peskov, quien corrigió a Trump: “Rusia, en realidad, se asocia más con un oso.

Osos de papel no existen. Rusia es un oso de verdad”. Pese al giro retórico, Trump no anunció un incremento en el apoyo militar directo de EE.

UU., sino que su país continuará suministrando armas a la OTAN para que la alianza haga “lo que quiera con ellas”, manteniendo a Europa como principal financiador del esfuerzo bélico ucraniano. Este cambio ha sido interpretado como un intento de presionar a Putin, aunque el secretario de Estado, Marco Rubio, matizó que la guerra “terminará en la mesa de negociación”.