El secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, anunció que Washington está dispuesto a "hacer lo que sea necesario", incluyendo una línea de crédito de hasta 20,000 millones de dólares, compras de deuda soberana y swaps de divisas. Este anuncio se produce en un momento crítico para Argentina, que enfrenta una fuerte depreciación del peso, una caída en las reservas del Banco Central y una creciente presión de los mercados financieros tras reveses políticos de Milei, como una derrota electoral en la provincia de Buenos Aires. El presidente argentino, quien se reunió con Donald Trump en el marco de la Asamblea General de la ONU, ha agradecido el "apoyo incondicional".

Trump, por su parte, describió a Milei como su "presidente favorito" y un "líder verdaderamente fantástico", llegando incluso a respaldar su reelección en 2027.

A pesar de la oferta de ayuda, Trump declaró que no cree que Argentina necesite un "rescate" formal, elogiando el "trabajo fantástico" de Milei. La ayuda estadounidense es vista como crucial para que el gobierno argentino pueda enfrentar vencimientos de deuda con el FMI y otros acreedores en 2026. Sin embargo, la medida ha generado críticas dentro de Estados Unidos, donde grupos agrícolas y políticos demócratas, como la senadora Elizabeth Warren, han cuestionado el uso de fondos de emergencia para rescatar a un gobierno extranjero mientras los agricultores estadounidenses sufren las consecuencias de la guerra comercial.