Incluso fue más allá, sugiriendo que Kiev podría "¡quizás incluso ir más allá!".

El presidente estadounidense justificó su optimismo en los "graves problemas económicos" de Rusia y en el hecho de que, tras más de tres años de conflicto, su ejército lucha "sin rumbo fijo". La reacción de Zelenski fue de cautela y sorpresa, calificando el anuncio como una "señal positiva". Sin embargo, no todos en Ucrania compartieron el entusiasmo; figuras de la oposición como Oleksiy Honcharenko interpretaron las palabras de Trump como una forma de "lavarse las manos" del conflicto, traspasando la responsabilidad a Europa. Adicionalmente, Trump instó a los países de la OTAN a "derribar aviones rusos que violen sus fronteras", elevando la retórica de confrontación en la región.