El presidente exigió conocer la identidad de los supuestos agentes y cuestionó sus acciones durante ese día, que calificó de “histórico”.

“Muchos grandes patriotas estadounidenses tuvieron que pagar un precio muy alto sólo por amor a su país.

Les debo esta investigación sobre ‘policías sucios y políticos corruptos’”, escribió Trump, añadiendo que Wray “tiene grandes explicaciones que dar”.

Esta teoría, sin embargo, ya ha sido desmentida oficialmente.

En diciembre de 2024, un informe del inspector general del Departamento de Justicia, Michael Horowitz, concluyó que no se encontró “evidencia” que sugiriera la presencia de empleados encubiertos del FBI entre la multitud o en el Capitolio. La nueva acusación de Trump contra Wray se produce en un contexto de creciente presión sobre figuras que investigaron su administración, como el también exdirector del FBI James Comey, quien recientemente fue imputado por mentir al Congreso.