La vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, anunció que el presidente Maduro firmó el decreto que, según la Constitución, le confiere facultades extraordinarias en materia de defensa y seguridad por 90 días, prorrogables. En caso de una agresión, el decreto permitiría al presidente movilizar a la Fuerza Armada, tomar control militar de servicios públicos e industrias estratégicas como la petrolera, y activar la milicia. Rodríguez calificó el despliegue estadounidense como “una amenaza que la prohíbe la Carta de las Naciones Unidas”. El gobierno de Maduro considera que la presencia de destructores, buques anfibios y un submarino nuclear desde mediados de agosto no es para combatir el narcotráfico, como asegura el presidente Trump, sino un intento de derrocarlo. La tensión se ha intensificado con informes de la cadena NBC News que indican que la administración Trump está elaborando planes para posibles ataques con drones contra objetivos vinculados al narcotráfico dentro de Venezuela. Mientras tanto, la Casa Blanca rechazó una carta de Maduro que invitaba a retomar el diálogo y reiteró sus acusaciones de que el mandatario venezolano lidera el Cártel de los Soles, ofreciendo una recompensa de 50 millones de dólares por su captura.