A cambio, Israel liberaría a cientos de prisioneros palestinos y se retiraría gradualmente del enclave. Una de las propuestas más notables es la creación de una “Junta de la Paz” para supervisar un gobierno de transición, la cual sería presidida por el propio Trump y contaría con la participación del ex primer ministro británico Tony Blair. Tras presentar la iniciativa, Trump lanzó un ultimátum a Hamás, dándole “tres o cuatro días” para responder.
Advirtió que si la propuesta es rechazada, Estados Unidos dará su “total apoyo” a Israel para que continúe su ofensiva, anticipando un “final triste”.
Aunque el plan fue recibido con beneplácito por varios países árabes y el Papa León XIV lo calificó de “realista”, Hamás ha indicado que necesita “enmiendas sustanciales”. Por su parte, Netanyahu, a pesar de su respaldo público, aclaró posteriormente que no acordó la creación de un Estado palestino, un punto contemplado en el documento de la Casa Blanca.













