Sin embargo, horas después, tras la declaración formal de Hamás, el presidente estadounidense cambió de tono y celebró que el grupo parecía estar listo “para una paz duradera”, ordenando a Israel “detener inmediatamente el bombardeo de Gaza, para que podamos sacar a los rehenes de manera segura y rápida”.

Esta intervención ha sido recibida con optimismo por mediadores como Egipto y Qatar, y líderes como el presidente francés Emmanuel Macron.