Añadió de manera contundente: “Los encontraremos. Los arrestaremos. Los internaremos en un centro de detención y los deportaremos”.

Estas declaraciones han sido interpretadas como una amenaza directa a la comunidad migrante que podría asistir al evento.

Lewandowski también criticó a la NFL por la elección del artista, calificándola de “realmente vergonzosa” y afirmando que Bad Bunny “parece odiar tanto a Estados Unidos”. La polémica se intensifica dado que el propio cantante había declarado previamente que su gira mundial no pasaría por Estados Unidos debido al riesgo de que se realizaran redadas del ICE en sus conciertos, que atraen a un público mayoritariamente latino. Posteriormente, la portavoz de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, matizó la advertencia, asegurando que “hasta donde sé, no hay un plan tangible para eso en este momento”, aunque reafirmó que el gobierno “siempre va a arrestar y deportar a los inmigrantes ilegales cuando los encontremos”. La situación ha despertado un debate sobre la politización de eventos deportivos y culturales y el clima de miedo que enfrentan las comunidades inmigrantes.