La iniciativa diplomática, que busca poner fin a casi dos años de conflicto, ha generado una intensa actividad diplomática y reacciones mixtas.
Trump anunció en su red social Truth Social que Israel acordó una “línea de retirada inicial”, compartiendo un mapa con el trazado. Según el mandatario, un alto al fuego y un intercambio de prisioneros comenzarían “inmediatamente” una vez que Hamás confirme su aceptación. El plan de 20 puntos contempla la desmilitarización de Hamás, la liberación de todos los rehenes y la formación de un gobierno de transición en Gaza supervisado por una “Junta de la Paz” presidida por el propio Trump y el ex primer ministro británico Tony Blair.
Aunque Hamás declaró su disposición a liberar rehenes y negociar, señaló que otros puntos del plan requieren más consultas.
En respuesta, Trump fijó un plazo hasta el domingo por la noche, advirtiendo que si el acuerdo no se concreta, “se desatará un infierno como nunca antes se ha visto contra Hamás”.
Para avanzar en las negociaciones, la Casa Blanca confirmó que los enviados especiales Steve Witkoff y Jared Kushner viajarían a El Cairo para reunirse con mediadores israelíes y de Hamás.













