El director del FBI, Kash Patel, anunció que dos hombres, Arick Komarczyk e Irazmar Carbajal, fueron acusados en Miami por su participación en el esquema. La investigación, que se remonta a 2019, reveló que los implicados abrieron cuentas bancarias en Estados Unidos para recibir transferencias de individuos y empresas en Venezuela, presuntamente destinadas a los hijos de Maduro y sus socios. Una operación encubierta en 2022 expuso un acuerdo para transferir 100,000 dólares de fondos que se cree estaban sancionados. Patel calificó estas tramas de “salvavidas criminales” para el régimen venezolano y emitió una dura advertencia: “Estados Unidos nunca será un refugio seguro para el dinero ensangrentado de Maduro”. El director del FBI también se refirió a Maduro como un “dictador narcoterrorista acusado con una recompensa de 50 millones de dólares”. En el contexto de estas acusaciones, los senadores republicanos por Florida, Rick Scott y Ashley Moody, presentaron un proyecto de ley para duplicar dicha recompensa a 100 millones de dólares.