El presidente Donald Trump ha anunciado que se reunirá con su homólogo chino, Xi Jinping, en cuatro semanas para abordar el tema, señalando que la soja será un "tema importante de discusión". Desde el inicio de la nueva campaña comercial el 1 de septiembre, China, que el año pasado compró el 52% de todas las exportaciones de soja de EE.
UU., no ha realizado ninguna compra.
Esta situación se debe a los aranceles de represalia impuestos por Pekín, que han hecho que la soja estadounidense sea poco atractiva para los compradores chinos. Las exportaciones totales de soja de EE. UU. han disminuido un 23% este año, y la falta de compras chinas ha provocado una caída en los precios y una creciente preocupación por la falta de espacio de almacenamiento para la cosecha de otoño. Trump ha reconocido el daño a los agricultores, afirmando en su plataforma Truth Social: "Los agricultores de soja de nuestro país están siendo perjudicados porque China, solo por razones de 'negociación', no está comprando". El mandatario ha reiterado su intención de utilizar parte de los ingresos generados por los aranceles para ayudar a los agricultores afectados.
La próxima reunión entre Trump y Xi, que se espera ocurra al margen de una cumbre de la APEC en Corea del Sur, es vista como una oportunidad crucial para destrabar las negociaciones y aliviar la presión sobre el sector agrícola estadounidense.













