Según la investigación, una operación encubierta en 2022 reveló que los acusados acordaron transferir 100 mil dólares de fondos que se creía estaban sancionados y pertenecían a miembros del gobierno venezolano, logrando ingresar cerca de 25 mil dólares al país. Komarczyk enfrenta cargos de lavado de dinero y conspiración, mientras que Carbajal, de nacionalidad uruguaya, fue detenido y enfrenta cargos de conspiración.

Las autoridades creen que Komarczyk se encuentra en Venezuela.

La acción del FBI se enmarca en una política más amplia de presión sobre el gobierno de Maduro, a quien el Departamento de Justicia de EE. UU. considera un "dictador narcoterrorista", ofreciendo una recompensa de 50 millones de dólares por su captura. Recientemente, senadores republicanos de Florida propusieron duplicar esa recompensa a 100 millones de dólares.