Esta política arancelaria ha generado reacciones a nivel internacional, especialmente en los principales países exportadores de estos vehículos, como México, Canadá, Japón y Alemania. México es señalado como el principal origen de las importaciones de camiones, lo que convierte al país en uno de los más afectados. En este contexto de tensiones comerciales, el presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, sostuvo una conversación telefónica con Donald Trump para solicitar la eliminación de aranceles del 40% que pesan sobre productos brasileños.
Según la presidencia brasileña, la llamada se desarrolló en un “tono amistoso” y ambos líderes acordaron reunirse próximamente. Trump, por su parte, calificó la conversación como “muy buena” y centrada en economía y comercio. Estas interacciones diplomáticas se producen mientras Trump afirma, sin presentar datos concretos, que su política de aranceles está provocando que las empresas abandonen países como México y Canadá para trasladar su producción a Estados Unidos, una afirmación que contrasta con datos que muestran un crecimiento en la inversión extranjera directa en México.













