Uno de los datos más llamativos del reporte es que su “edad cardiaca (...) es de aproximadamente 14 años más joven que su edad cronológica”.

El médico aseguró que el presidente mantiene “una exigente agenda diaria sin ninguna restricción” y presenta un “buen rendimiento cardiovascular, pulmonar, neurológico y físico”.

Antes del chequeo, el propio Trump había declarado a periodistas: “Estoy en muy buena forma...

Físicamente me siento bien. Mentalmente, muy bien”.

El examen se produce tres meses después de que la Casa Blanca informara que el mandatario fue diagnosticado con una insuficiencia venosa crónica, una condición benigna, tras especulaciones sobre su mano amoratada y piernas hinchadas. El informe actual reitera que el presidente tiene “una estructura y función cardíaca normales, sin signos de falla cardíaca, insuficiencia renal o enfermedad sistémica”.

Durante la revisión, a Trump también se le aplicaron vacunas de refuerzo contra la influenza y el Covid-19, esta última “con vistas a un viaje internacional”.