Funcionarios estadounidenses confirmaron que aproximadamente 200 militares serán enviados a Israel para establecer un “centro de coordinación civil-militar”.
Este equipo, liderado por el almirante Brad Cooper del Comando Central de EE. UU., tendrá la misión de apoyar y supervisar el cumplimiento del acuerdo de alto al fuego, así como de facilitar la entrada de ayuda humanitaria y la asistencia logística en Gaza. Las tropas estadounidenses no operarán dentro de la Franja, sino que trabajarán desde Israel en conjunto con un equipo internacional que incluirá a militares de países mediadores como Egipto, Catar y Turquía.
El objetivo es coordinar con las fuerzas israelíes para evitar violaciones del acuerdo y asegurar una transición ordenada. El despliegue ha sido presentado como una garantía del compromiso de Washington con la estabilidad de la región. Sin embargo, la secretaria de prensa de la Casa Blanca, Karoline Leavitt, desmintió informes iniciales que sugerían un despliegue de “nuevas tropas”, aclarando que se trata de un equipo de coordinación y supervisión ya previsto en el plan de paz.













