El paquete de ayuda, anunciado por el secretario del Tesoro de EE. UU., Scott Bessent, incluye la compra directa de pesos argentinos para sostener su valor y un acuerdo de ‘swap’ con el Banco Central de Argentina.

Este respaldo financiero se concretó tras intensas reuniones en Washington y en un momento crítico para el presidente Milei, quien enfrenta una crisis política y se prepara para elecciones legislativas. La intervención estadounidense es vista como un movimiento geopolítico para contrarrestar la influencia de China en América Latina. Bessent declaró explícitamente que su gobierno no quiere “otro estado fallido o liderado por China en América Latina.

Estabilizar Argentina es prioritario para Estados Unidos”.

La Embajada de China en Argentina reaccionó enérgicamente, acusando a Washington de revivir una “mentalidad arraigada en los tiempos de la Guerra Fría” y de practicar “actos de hegemonía y bullying”.

El apoyo financiero ha sido recibido con gratitud por Milei, quien visitará la Casa Blanca para reunirse con Trump y formalizar la alianza.