"Nunca me ha gustado que me tomen fotografías desde un ángulo bajo y subrayó que esta imagen en concreto 'es realmente mala'", afirmó.

La reacción del presidente revela su profunda preocupación por su imagen mediática, al punto de que su apariencia en la portada pareció eclipsar el reconocimiento de su logro diplomático. Varios artículos destacaron la ironía de que, en un momento de triunfo en política exterior, la principal preocupación de Trump fuera su representación visual, lo que algunos interpretan como una muestra de sus verdaderas prioridades.