Esta declaración representa una nueva escalada en su presión sobre los aliados europeos para que aumenten sus contribuciones militares.
Durante una reunión en el Despacho Oval con el presidente de Finlandia, Alexander Stubb, Trump criticó a España por ser el "país rezagado" en el cumplimiento del nuevo compromiso de la alianza de destinar el 5% de su Producto Interno Bruto (PIB) al gasto militar.
"No tienen excusa para no hacerlo. Pero no pasa nada.
Tal vez deberían expulsarlos de la OTAN, francamente", afirmó el mandatario estadounidense. Trump recordó que él solicitó este aumento en la cumbre de la OTAN en La Haya, y aunque la mayoría de los miembros lo aceptaron, España se ha mantenido por debajo del objetivo. El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha declarado que su país destinará un 2.1% del PIB a defensa, una cifra que, aunque representa un aumento significativo, sigue estando por debajo de lo que Washington y otros socios consideran necesario. La postura de Trump, aunque no es nueva en su crítica a los aliados por el reparto de la carga financiera, es la primera vez que sugiere explícitamente la expulsión de un miembro, reabriendo un frente diplomático con España y poniendo a prueba la cohesión de la alianza.













