Por su parte, el gobierno venezolano de Nicolás Maduro, a quien EE. UU. acusa de liderar el "Cártel de los Soles", ha condenado estas acciones como una agresión destinada a provocar un "cambio de régimen" y ha respondido con la activación de planes de defensa. La legalidad de estos ataques ha sido cuestionada por expertos, quienes dudan de la justificación del uso de fuerza letal en aguas internacionales sin un proceso judicial.

Además, se señala que la mayoría del narcotráfico hacia EE.

UU. no pasa por el Caribe y que Venezuela no está involucrada en el tráfico de fentanilo. La tensión ha escalado a nivel regional, con el presidente colombiano Gustavo Petro sugiriendo que una de las lanchas atacadas era de su país.