El presidente Donald Trump ha amenazado con eliminar permanentemente programas de ayudas sociales si la parálisis se prolonga una semana más.

El cierre, que ya supera los 14 días, se debe a un punto muerto entre republicanos y demócratas sobre el presupuesto federal. Los demócratas insisten en la extensión de los subsidios de salud del programa Obamacare, una condición que los republicanos rechazan, lo que ha llevado al Senado a fracasar en ocho ocasiones para aprobar una resolución de financiamiento temporal. En medio del estancamiento, Trump ha intensificado la presión, amenazando con presentar una lista de programas "escandalosos y semicomunistas" para su eliminación definitiva, afirmando que "nunca van a volver". La Casa Blanca ya ha ordenado el despido de cientos de empleados federales, una medida inusual que es vista como un intento de reducir el tamaño del gobierno aprovechando la crisis. Las consecuencias del cierre ya son tangibles, con retrasos en el tráfico aéreo, largas filas en la frontera con México y la suspensión de funciones en agencias como el Departamento de Justicia y los CDC. El presidente de la Cámara de Representantes, Mike Johnson, ha advertido sobre la posibilidad de un cierre récord, culpando a la oposición demócrata por sus "demandas partidistas".